La iniciativa aspira a dotar a cientos de infantes de cero a 12 años de biberones, artículos de aseo personal y alimenticio como jabones, leche, agua, cereales, pan y queso.
Se estima que al menos medio millar de niños se refugiaron hace tres semanas en el polideportivo situado en la salida sur de la capital, en medio del deterioro del clima de paz por los enfrentamientos entre bandas armadas.
Organizaciones humanitarias advirtieron que cerca de 50 personas murieron violentamente desde el 1 de junio, aunque la cifra puede ser aún mayor.
La víspera, el presidente Jovenel Moïse pidió el apoyo internacional y la colaboración de todos los sectores de la sociedad para terminar con la violencia de las bandas armadas.
‘El país ha estado en un ciclo infernal de violencia durante los últimos 18 años. Un ciclo infernal de inseguridad. Y este ciclo, nos pone en una situación en la que todo el tiempo estamos obligados a apagar el fuego’, aseguró el jefe de Estado tras su visita oficial a Turquía.
El mandatario aclaró que no solicita una intervención militar extranjera, sino el compromiso de la comunidad internacional para combatir la inseguridad.
Haití vivió una larga intervención de tropas de Naciones Unidas, que llegó al país en 2004 en medio de una rebelión armada contra el entonces presidente Jean Bertrand Aristide. Pero 13 años después abandonaron la nación caribeña con un polémico saldo, mientras en los últimos cuatro años la actuación de las pandillas alcanzó niveles alarmantes y organizaciones sociales denuncian su presunta implicación con el Gobierno.
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