El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, lideró la reunión efectuada este viernes en el Palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, donde las autoridades reiteraron que 53 mil 707 policías y 42 mil 296 militares darán protección a la población durante la jornada de votaciones.
La cuenta en la red social X (antes Twitter) de la Presidencia indicó que los uniformados estarán en permanente patrullaje y en operaciones de inteligencia para prevenir actos violentos y otros delitos.
El mandatario pidió a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional “redoblar esfuerzos y asegurar una jornada electoral pacífica, por el bien de la democracia y de los ecuatorianos que se expresarán este domingo con su voto”.
Según el Gobierno, también el domingo más de nueve mil funcionarios de la red del Ministerio de Salud, la Secretaría de Gestión de Riesgos y el Servicio Integrado de Seguridad estarán activos para responder ante cualquier emergencia.
Más de 13,4 millones de ecuatorianos están convocados a decidir el futuro del país a través de las urnas en un proceso que transcurre en medio de la mayor ola de inseguridad en el país y que nuevamente se realizará bajo un estado de excepción.
Además del incremento de los hechos delictivos, el país sufre una escalada de la violencia política, con 88 casos de ataques entre 2022 y 2023 a funcionarios, candidatos o sus familiares, lo que convierte a estas en las elecciones más violentas de la historia de Ecuador.
En la papeleta se enfrentarán Luisa González, del movimiento de izquierda Revolución Ciudadana, y Daniel Noboa, de la alianza de derecha Acción Democrática Nacional.
Para la socióloga y comunicadora, Irene León, el momento electoral se presenta como un camino sin retorno, pues están en juego los compromisos geopolíticos, socioeconómicos y estratégicos que forman parte de la agenda neoliberal, frente a la cual Revolución Ciudadana antepone un proyecto de soberanía y bien común.
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