Al dirigirse a los diputados a la Asamblea Nacional y a los angoleños en el discurso del Estado de la Nación, el mandatario señaló que los ingresos del petróleo deben destinarse cada vez menos al consumo de bienes y servicios, y más a promover la transformación.
Mencionó que el país trabaja para estabilizar y dinamizar la actividad productiva de ese renglón, con el fin de mitigar la fuerte caída de la extracción y mantener la competitividad, para lo cual existen planes de subastar otros 50 bloques hasta 2025.
La diversificación económica implica pasar de la importación de combustibles refinados a su producción y exportación, dijo, estrategia dentro de la cual se incluye la modernización y ampliación de la refinería de Luanda.
También la entrada en funcionamiento de una planta en el enclave de Cabinda, cuya primera fase debe estar lista a finales de 2024, y los proyectos en Soyo y en Lobito; estos tres últimos que darán empleo a más dos mil angoleños.
Aparejado va igualmente el aumento de la capacidad de almacenamiento de combustibles, con obras en Lobito, Cabinda, y la barra do Dand,e en la provincia de Bengo, la cual debe estar lista a finales de 2024.
Mencionó los proyectos destinados a la monetización del gas natural, con énfasis en el Consorcio Nuevo Gas, que permitirá aumentar la oferta de este recurso, garantizar la generación de energía y asegurar la implantación de fábricas de fertilizantes y alimentar las futuras acerías siderúrgicas.
Lourenço destacó que el país ha logrado la confianza de los inversores y ello posibilitó que algunas de las mayores empresas mineras del mundo realicen actividades de prospección y exploración de recursos minerales en Angola.
Esto ha permitido retomar planes para la producción de níquel, cobalto, cobre y minerales esenciales para los fertilizantes, estos últimos con la intención de convertirse, a mediano plazo, en un país capaz de satisfacer sus necesidades, apoyar el desarrollo de la agricultura, y exportar, dijo.
De forma general, comentó que toda la diversificación tiene como estrategia la creación de nuevos empleos, lo cual redunda en la mejoría de las condiciones de vida de la población, además de crear infraestructuras y riquezas para poder atender las vulnerabilidades sociales.
El sector pesquero, el incremento de la producción de café, la industria de la talla del diamante, la producción de bebidas, la industria de transformación de la madera y el incentivo a la inversión privada fueron otros asuntos abordados.
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