Al respecto, el presidente Luis Abinader señaló la víspera en un encuentro con la prensa que esa medida no tiene marcha atrás «por la seguridad del país» y ratificó que con la misma se evita la entrada de bandas haitianas a República Dominicana.
Abinader aclaró que aunque Puerto Príncipe paralice la construcción del canal de riego en el río Dajabón -que llevó al cierre total de la frontera por Santo Domingo-, el control de datos biométricos se mantedrá en la frontera. Acerca de la postura de Puerto Príncipe, el presidente comentó que es decisión de los haitianos comprar o no los productos en este territorio y, en ese sentido, explicó que el Gobierno busca otros mercados para comercializar los alimentos y otros artículos que consumía Haití.
El Ejecutivo considera ilegal la construcción por civiles de ese país de un canal en el río Dajabòn, que comparten ambas naciones de manera natural.
Por decisión de Abinader la frontera permaneció cerrada durante casi un mes y la semana pasada abrió de manera parcial solo para el comercio.
Sin embargo, Puerto Príncipe mantiene clausurados sus portones por lo que el comercio bilateral en la zona fronteriza prácticamente no existe.
El Gobierno haitiano aprueba la edificación de esa obra y ante la posibilidad del diálogo Abinader dejó claro que eso será posible solo si los vecinos detienen su ejecución.
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