Henry, quien regresó este martes de Canadá y México, donde participó en las cumbres de la Comunidad del Caribe y sobre migración, respectivamente, aseguró que la detención es un gran paso para la investigación sobre el magnicidio.
La Policía arrestó el pasado jueves a Badio en un supermercado de esta capital, tras más de dos años prófugo de la justicia.
Según las fuerzas del orden, el letrado está acusado de asesinato, intento de asesinato y robo a mano armada.
El también exagente de la Unidad de Lucha contra la Corrupción coordinó con los distintos actores implicados, entre ellos una exjueza de la Corte Suprema y los exsoldados colombianos que cometieron el crimen.
Por su parte, la Red Nacional de Derechos Humanos denunció luego del magnicidio que Badio mantuvo comunicación telefónica con el jefe de Gobierno en la misma jornada en la que ultimaron a Moïse.
Su coordinador, Pierre Espérance, aseguró además que el sospechoso recibió dinero de Henry en al menos dos ocasiones.
Durante el atentado el exjefe de Estado recibió 12 disparos que impactaron la zona de su abdomen, cadera, ojos, cabeza y no sobrevivió, mientras la primera dama Martine Ethiene fue blanco de varios proyectiles.
En Haití decenas de personas se encuentran detenidas por el hecho en la Penitenciaría Nacional de esta capital, pero aún no fueron imputadas, mientras que en Estados Unidos las autoridades judiciales arrestaron a varios sospechosos, uno de los cuales fue condenado a cadena perpetua.
Moïse es el quinto presidente asesinado en el cargo desde la independencia del país caribeño en 1804 y su muerte dejó un vacío institucional y un auge de la violencia, crisis política y económica.
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