Por Ana Laura Arbesú
Corresponsal jefa en Costa Rica
Bajo el lema En contra de las políticas que destruyen el Estado Social de Derecho y por una Costa Rica próspera y libre, estaban guiados los costarricenses en reclamo de soberanía y seguridad agroalimentaria, protección del ambiente, seguridad energética, así como justicia económica y tributaria, creación de oportunidades y empleo.
A estas se suman la financiación y promoción del arte y la cultura, las facilidades para obtención de vivienda digna, la atención urgente e integral de la inseguridad ciudadana.
En un comunicado conjunto las organizaciones participantes explicaron que la marcha constituyó una exigencia del respeto al artículo 50 de la Constitución Política, que establece: El Estado procurará el mayor bienestar a todos los habitantes del país organizando y estimulando la producción y el más adecuado reparto de la riqueza.
Analistas caracterizaron las protestas del miércoles 25 de octubre como la única en muchos años que aunó a organizaciones de diversa índole, desde las primeras mencionadas hasta las federaciones estudiantiles, de Colegios Profesionales y las cooperativas.
Una marcha que el presidente Rodrigo Chaves, desde la convocatoria la denominó chop suey, debido a los diversos sectores que participarían por razones muy variadas.
Desde la Plaza de la Democracia en la localidad capitalina de San Pedro de Montes de Oca se agruparon los manifestantes, a los que se unieron quienes venían de otros puntos de la capital para después llegar hasta Casa presidencial.
También marcharon habitantes de otras provincias como la caribeña Limón y la occidental Puntarenas.
¡Sin educación no hay desarrollo! ¡Basta de recortes! Fueron algunos de los carteles que portaban y sobre todo de este sector que reclama su presupuesto estatal, una de las conquistas del país hace casi ocho décadas.
¡Somos hijos de la educación!, explicó a Prensa Latina Sebastián Arguedas, un maestro que cursó estudios desde la primaria hasta la Universidad de manera gratuita. Teníamos salud y educación de lujo y quiero que mis nietos también la tengan, subrayó.
Desde su llamamiento por la Mesa Nacional de Diálogo, a la que se unieron la Unión Nacional de Empleados de la Caja y la Seguridad Social (Undeca) y el Frente Nacional de Lucha (FNL), sus representantes instaron a fortalecer el Estado Nacional de Derecho, quebrantado a juicio de estas organizaciones, entre otras causas, por insatisfacciones en el manejo de la inversión del presupuesto de la educación pública.
De hecho, una de los reclamos es garantizar la inversión del ocho por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para el sector educación, incluido el presupuesto de las universidades públicas.
Preocupa con especial énfasis, el aumento de la inseguridad y la tasa de homicidios, este último acápite con cifras sin precedentes que superaron las estadísticas de 2022. En lo que va de año se contabilizan 740 muertes violentas en Costa Rica.
Las autoridades explican que se debe, entre otras causas, a ajustes de cuentas entre grupos dedicados al narcotráfico, por el control de localidades y la legitimación de capitales.
Situación a la que se suma el pago de la deuda pendiente a la principal institución que garantiza salud pública y pensiones: la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), en particular las largas listas de espera para acceder a cualquier servicio sanitario.
Por solo mencionar las más recientes estadísticas, dadas a conocer en un foro liderado por el Sindicato Nacional de Enfermerías y afines (Sinae), más de un millón de personas están a la espera de una cirugía, cita con un especialista, o un examen diagnóstico en hospitales de la CCSS.
Cifras que conllevaron al secretario general del Sinae, Lenin Hernández, a exigir que las listas de espera sean declaradas emergencia nacional.
Las insatisfacciones en salud y educación no son las únicas; el gremio agropecuario considera que existe un total abandono a los productores, que muchas familias rurales y costeras no tienen oportunidad de producir.
Exige, además, no depender de la canasta alimentaria importada, y rechaza la incorporación de Costa Rica a la Alianza del Pacífico, por constituir una amenaza a la soberanía alimentaria y representar un peligro para las familias productoras.
RESULTADOS DE LA MARCHA
¡Aquí está el chop suey!, exclamaron los manifestantes al llegar a Casa Presidencial, donde entregaron una carta remitida por los organizadores de la Mesa Nacional de Diálogo Social y Productivo, con 12 grandes situaciones que deben ser atendidas por el Gobierno; los costarricenses esperarán por las respuestas.
Para el rector de la Universidad de Costa Rica (UCR), Gustavo Gutiérrez, la manifestación del miércoles 25 de octubre representó un importante llamado que busca motivar una reacción positiva por parte del gobierno de la República al diálogo. En declaraciones a la prensa, explicó que, entre los objetivos de la manifestación, está el solicitar al Ejecutivo mesas de diálogo para tratar las políticas emitidas por la administración del presidente Rodrigo Chaves.
Tenemos en mente que el presidente de la República, después de esta pacífica marcha, haga una convocatoria por un diálogo nacional, en el que que podamos hablar nosotros de agro y soberanía alimentaria.
Que podamos hablar de la educación, de la cultura, del arte, sobre vivienda, que podamos hablar de muchos aspectos, de muchos flagelos que enfrente la sociedad costarricense, puntualizó.
arb/alb