Así lo considera el crítico Ignacio Martínez en su columna del periódico La Diaria, quien afirma que Mick Jagger, Keith Richards y compañía “se burlan del abrasivo avance del tiempo”.
Hace una semana los Stones publicaron Hackney Diamonds en varios formatos, su primer disco de estudio con material original en 18 años, luego de A Bigger Bang, de 2005.
Resulta el lapso más prolongado de sequía discográfica del grupo rockero.
«Leído así, puede parecer que andaban perdidos o alejados de los focos, pero en realidad es el regreso de los que nunca se fueron, porque en todo este tiempo no pararon de girar, ya que siempre fue su modus vivendi», suscribe el crítico, quien recordó el concierto de los británicos aquí en 2006.
El artículo encomia la producción del joven Andrew Watt, que podría ser nieto de Jagger y Richards (andan por los 80), «pero ya tiene un lindo prontuario con dinosaurios del rock”.
Watt se metió de lleno en el asunto, porque hasta comparte créditos de composición en las tres primeras canciones del disco, metió coros y tocó algunos instrumentos (bajo, guitarra y más), añadió Martínez.
Consideró que “no hay espacio para cosas raras” en el nuevo disco, que suena “mayormente” «setentero» en la distorsión de las guitarras, la mezcla y la atmósfera, pero con una pequeña actualización, gracias al filtro cavernoso en la voz de Jagger, que le da una atemporalidad actual”.
Y concluyó que Hackney Diamonds resume la esencia de la banda y “les recuerda a los legos del rock clásico por qué los Rolling Stones son los Rolling Stones desde hace más de seis décadas”.
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