Las largas horas de suspenso terminaron cerca de la medianoche del jueves cuando el presidente Bukele, inscribió su candidatura a las elecciones ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de El Salvador, luego de varias jornadas de espera por parte de sus seguidores.
Desde horas tempranas de esa noche yutubers, comunicadores institucionales y activistas inundaban las redes sociales con mensajes de preocupación sobre la salud del mandatario o algún familiar cercano que demoraba su presencia, mientras que gritaban “reelección”, cuando fueron sorprendidos por el ingreso al parqueo del nuevo edificio del TSE de la caravana presidencial.
Hasta el jueves, el TSE aún no había inscrito formalmente ninguna de las fórmulas presidenciales recibidas. Los magistrados analizarían las solicitudes “la próxima semana” según una fuente electoral, aunque pocos dudan que alguna sea rechazada y menos la de Bukele pese a demandas por su presunta inconstitucionalidad.
En la semana también fue noticia la visita del secretario de Estado Adjunto de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, Brian Nichols, bajo la premisa de presuntamente estrechar las relaciones económicas, pues Washington es el principal socio comercial de El Salvador.
Podemos aumentar la presencia de las empresas norteamericanas acá, podemos ayudar a que la política económica sea más transparente, afirmó el funcionario en declaraciones a medios.
La inversión directa estadounidense está creciendo aquí y debe crecer más, agregó, algo que abordó durante su reunión de cerca de dos horas con Bukele.
Mientras la economía prosigue presentándose como un serio reto luego que informe señalaron la producción de El Salvador se utiliza en un 75 por ciento para el pago de la deuda, según un informe de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA).
Los crecientes niveles de endeudamiento llevaron a cerrar el 2022 con una deuda pública de hasta 75 por ciento con respecto al Producto Interno Bruto (PIB).
La situación es menos tensa porque el 25 por ciento de los hogares salvadoreños dependen de las remesas, indicaron datos del Banco Central de la Reserva (BCR), cuando estimado señalan que el país recibirá cerca de ocho mil millones de dólares este año, cifra mayor que el volumen de sus exportaciones.
Las últimas cifras sobre la economía confirman que este será un elemento que complicará el escenario electoral en El Salvador pese a los buenos números que ofrece la seguridad al gobierno, estiman comentaristas internacionales.
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