En la semana concluida el 18 de junio los inventarios de petróleo perdieron 7,6 millones de barriles y contabilizaron 459,1 millones, en tanto los analistas esperaban una contracción de 3,9 millones de toneles.
Mientras, las existencias de gasolina bajaron en 2,9 millones de barriles hasta los 240,1 millones, frente al incremento previsto de 833 mil barriles.
Por su parte, las reservas de destilados —incluidos combustible para calefacción y diesel— aumentaron en 1,8 millones de barriles y se situaron en 138 millones, cuando se esperaba un alza de 1,1 millones de toneles.
Según el informe de la entidad gubernamental, en ese periodo las importaciones netas de crudo en el país norteño escalaron en 430 mil barriles por día.
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