El marcado paso de un verano abrasador va quedando atrás con la presencia de un otoño que ya deja ver cómo las propuestas de una naturaleza sabia y caprichosa.
Las calles colmadas de las flores del verano ceden espacio a la muda de los árboles, cuyas hojas van pasando del verde intenso dominante a esos tonos otoñales anaranjados y rojos, pero aún el espectáculo es incipiente.
El país da la bienvenida oficial al invierno el próximo 21 de diciembre, que se extenderá a lo largo de tres meses hasta el 19 de marzo, que arrancará otra primavera.
De momento, los pronósticos auguran que las temperaturas caigan cerca o por debajo de cero desde las Llanuras del Sur de Estados Unidos hacia el este, atravesando los valles del Bajo Mississippi y Tennessee y hacia los Apalaches.
Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), en la ciudad de St. Louis, por ejemplo, las temperaturas podrían caer a los -3,3 grados Celsius este miércoles, lo cual empataría su récord de su mínima para el 1 de noviembre, establecido en 1954.
La NOAA advirtió igualmente que las temperaturas máximas estarán muy por debajo de la media durante este primer día del onceno mes del año.
Se espera que las máximas en el centro y este de Estados Unidos se mantendrán entre los 4,4 y 10 grados Celsius.
Justo en este minuto que la reportera escribe, la temperatura en Washington DC es de 5,5 grados y se divisan tenues los rayos del sol.
Para los expertos entre esta jornada y mañana podrían igualarse o batirse más de 60 récords diarios de temperaturas mínimas.
Hay advertencias, además, de que un río atmosférico podría provocar precipitaciones excesivas para el oeste del estado de Washington y el oeste de Oregón en el transcurso del miércoles y jueves.
Un río atmosférico es un remolino de humedad que ayuda a transportar aire saturado desde los trópicos hasta latitudes más altas, provocando lluvias o nevadas de forma continua.
La NOAA dice que tales fenómenos suelen tener entre 400 y 600 kilómetros de ancho, y pueden alcanzar más de mil 600 kilómetros de largo.
Mientras, los científicos hablan cada vez más del cambio climático en este mundo que, en muchos sentidos, apunta a la locura.
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