Un informe publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas (Istat), apunta que el índice nacional de precios al consumidor de toda la comunidad (NIC), tuvo una disminución del 0,1 por ciento mensual.
La significativa desaceleración de la tasa de inflación estuvo motivada, principalmente por el decrecimiento tendencial de los precios de la energía no regulada que bajó un 17,7 por ciento, así como de la regulada, que descendieron en 32,7 puntos porcentuales.
También influyó una disminución en la cotización de los alimentos no elaborados, que pasó del 7,7 al 5,0 por ciento, mientras que la de los elaborados decreció de los 8,9 hasta los 7,4 puntos porcentuales, precisa el documento.
Estos efectos se ven sólo parcialmente compensados por la aceleración de los precios de los servicios relacionados con la vivienda, que subieron del 3,7 al 4,0 por ciento, así como de los relacionados con el transporte, los cuales ascendieron de 3,8 hasta los 4,0 puntos porcentuales.
El crecimiento anual de los precios de los bienes se desaceleró significativamente, del 6,0 al 0,1 por ciento, mientras que el de los servicios se mantuvo estable en los 4,1 puntos porcentuales, con lo que el diferencial inflacionario entre ambos indicadores se evaluó como ampliamente positivo.
Los precios de los alimentos, los bienes del hogar y de cuidado personal volvieron a descender en términos de tendencia, del 8,1 al 6,3 por ciento, e igual ocurrió con los de productos de compra de alta frecuencia, que pasaron de los 6,6 a los 5,6 puntos porcentuales.
La economía italiana se aprecia estable en el tercer trimestre de 2023 después del descenso registrado en los tres meses anteriores, consideran los expertos del Istat, quienes subrayan que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) adquirido se mantuvo en un 0,7 por ciento, igual valor al reportado entre abril y junio de este año.
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