Hubo que esperar 62 años desde la fundación de la franquicia y 52 desde que llevan ese nombre para que los tejanos se coronaran en un Clásico de Otoño, y lo lograron esta inolvidable noche en la arcilla ajena del Chase Field frente a una fanaticada adversa.
Durante dos tercios de juego estuvieron maniatados por el diestro Zac Gallen sin poder conectar imparables, pero en el séptimo capítulo Corey Seager pegó un sencillo, Evan Carter disparó un doble y Mitch Garver remolcó la primera con inatrapable al bosque central, ventaja suficiente para la victoria.
Los anfitriones en ese trayecto ligaron cuatro indiscutibles y recibieron cinco bases por bolas, pero tampoco pudieron anotar carreras frente a Nahan Eovaldi, al fallar nueve veces con corredores en posición anotadora y eso les costó el partido.
Una pifia en el noveno episodio fue la causante que las puertas del plato se abrieran dos veces para los Rangers después de un cohete al centro de Jonah Heim, y luego un bambinazo de Marcus Semien completó el racimo de cuatro rayas que clavó las últimas puntillas en el ataúd de los D-Backs.
Los rescatistas habían defendido la diferencia como si estuvieran jugando el último desafío de sus carreras.
El cubano Aroldis Chapman sacó dos outs y Josh Sborz retiró a cuatro bateadores con un hit intercalado antes que los suyos fabricaran el paquete definitorio.
Mientras las botellas de champán se enfriaban en la banca esperando el descorche, Sborz no necesitó relevos y liquidó la última entrada para comenzar la fiesta, dominando al dominicano Ketel Marte para dejarle en 20 la racha de partidos consecutivos conectando imparables.
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