“Los educadores envían un mensaje claro y contundente al gobierno: la cuenta atrás ha comenzado”, escribió a propósito de la protesta la presidenta de esa asociación, Melanie Hubert, citada por la cadena CTV News.
Añadió la líder sindical que las consecuencias de la incomprensión del gobierno sobre el sufrimiento de los docentes y su deserción tendrá consecuencias aún más devastadoras para la calidad de la educación en las próximas décadas.
La última oferta para los profesores incluye un aumento salarial del 10,3 por ciento en cinco años y un pago único de mil dólares a cada trabajador.
La propuesta se aplica a la FAE y a cientos de miles de otros empleados del sector público, cuyos sindicatos están negociando al mismo tiempo con la provincia.
Sin embargo, las organizaciones obreras sostienen que la propuesta del gobierno no cubre el incremento de la inflación.
El comunicado de la FAE es sólo el último de una serie de anuncios de huelgas previstas en noviembre.
Un grupo de sindicatos autodenominados “Frente Común” optó por una serie de paros de un solo día, el primera de las cuales comenzará el 6 de noviembre e involucrará a trabajadores de los sectores de educación, salud y servicios sociales.
La asociación representa a 420 mil empleados del sector público, incluidos algunos profesores y personal de apoyo escolar, personal de universidades y trabajadores de servicios sociales y de salud.
Asimismo, la Federación Interprofesional de la Salud, que integra a unos 80 mil enfermeros, terapeutas y otros profesionales del sector, realizará una huelga los días 8 y 9 de noviembre.
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