Un análisis publicado este martes en el sitio digital informativo Il Dot.it, apunta que aunque inicialmente se calculó en 30 mil la cantidad de estas piezas, denominadas follis, la cifra podría elevarse hasta 50 mil, y continúan los trabajos para determinar su número exacto.
Las follis son grandes monedas de bronce, que entraron en circulación en Roma a partir del año 249, con la reforma monetaria del emperador Diocleciano.
De particular importancia resulta el hecho de que prácticamente todas las piezas recuperadas se encuentran en un estado de conservación excepcional y poco común, pues sólo cuatro están dañadas, e incluso estas últimas son legibles, según informó Luigi La Rocca, director general de Arqueología, Bellas artes y Paisaje de Cerdeña.
Las impresionantes follis de bronce fueron encontradas el 4 de noviembre último por un buzo aficionado que exploraba un tramo de mar que bordea la costa nororiental de esa ínsula, en un área próxima a la ciudad sarda de Arzachena, ubicada en la provincia de Sácer.
La antigüedad de las mismas se sitúa en el intervalo comprendido entre los años 324 y 340 de nuestra era, como lo confirma la presencia de algunas con imágenes de Constantino el Grande, y se considera que proceden casi todas de las cecas, o casas de fabricación y acuñación de monedas, activas en esa zona durante el período imperial.
Durante inmersiones posteriores, realizadas por especialistas de la Unidad Arqueológica Subacuática de Cerdeña, y expertos de Protección del Patrimonio Cultural del Arma Carabineros, de esa región italiana, se identificaron dos zonas de dispersión de follis, en un gran espacio arenoso a poca profundidad cercano a la costa.
Se valora la posibilidad de que se trate de los restos de un naufragio, pues ya se hallaron en las cercanías del lugar ánforas de origen africano y otros objetos, por lo que continúan las labores arqueológicas en ese sitio, que podrían aportar significativos resultados en las próximas jornadas, señala la fuente.
Este hallazgo pone de relieve la riqueza y la importancia del patrimonio arqueológico que aún custodia y preserva el fondo marino en esa zona de Italia, “atravesada por hombres y bienes desde los tiempos más remotos”, enfatizó La Rocca.
mem/ort