Fueron 507 familias que del 1 al 6 de noviembre tuvieron que buscar refugios con parientes y amistades, la mayoría de ellos en Morne à Bateau en la comuna de Gressier.
Desde el pasado miércoles Mariani se encuentra bajo la amenaza de la pandilla de Grand Ravine, liderada por Ti Lapli.
En un ataque el 1 de noviembre fue asesinado el agente policial Junior Berlus y varios de sus colegas resultaron heridos cuando el vehículo en el que se trasladaban fue agredido por miembros de la banda.
El coordinador general del Sindicato Nacional de Policías, Lionel Lazarre, denunció que el cuerpo de Berlus fue decapitado luego de ser llevado a Grand Ravine y denunció el comportamiento del alto mando de las fuerzas del orden que, a su juicio, no reaccionó a tiempo, a pesar de que los oficiales pidieron ayuda.
Los desplazados de Mariani se suman a los más de 200 mil que tuvieron que abandonar sus hogares desde mediados del pasado año ante la creciente violencia de las bandas armadas que pujan por ampliar sus territorios.
Un reciente informe de la Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití denunció que de julio a septiembre unas dos mil 161 personas fueron asesinadas, secuestradas o sufrieron heridas como consecuencia de las acciones de las pandillas, un aumento del 16 por ciento con respecto al trimestre anterior.
La Binuh señaló que en ciertas zonas de Puerto Príncipe las bandas intensificaron sus agresiones coordinadas para intentar controlar nuevas áreas y en los ataques “extremadamente brutales”, los miembros de las pandillas “mataron indiscriminadamente a personas que intentaban huir, y violaron en grupo a mujeres y niñas en sus casas”.
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