La etapa siguiente es el análisis en el pleno, que reúne a todos los senadores, previsto para ocurrir entre mañana y el jueves.
El punto central del contenido, que se tramita desde 2019 en el Congreso Nacional, es la simplificación del sistema tributario nacional y la unificación de impuestos.
Cinco tributos serán transformados en tres: Impuesto sobre Bienes y Servicios, Contribución sobre Bienes y Servicios e Impuesto Selectivo.
El texto del ponente, senador Eduardo Braga, se presentó el 25 octubre y se quedó casi dos semanas para el análisis de los parlamentarios colegiados.
Hubo cambios de última hora para incluir el sistema de cashback (devolución de dinero) en la compra de gas de cocina por familias de bajos ingresos.
La primera versión del contenido preveía cashback solo en la cuenta de luz a en la canasta básica nacional, pero el sistema será definido por ley complementaria.
Braga también señaló como legado de la reforma tributaria la definición de una traba para impedir el aumento de impuestos para el contribuyente.
«No podemos aumentar la carga tributaria. No queremos aumentar la carga tributaria para el contribuyente. Yo fui la primera voz en levantarse aquí en el Senado diciendo: “Necesitamos limitar el poder de tributar del Congreso Nacional, y la forma de hacer eso es limitar la carga tributaria de forma racional», subrayó.
Con la aprobación de la CCJ, la intención del Senado es finalizar la votación esta semana y enviar la agenda para un nuevo sufragio en la Cámara de Diputados (debido a los cambios en el texto).
Si los diputados votan con rapidez, la PEC podrá ser promulgada este mismo año.
Para ser aprobada, requiere el respaldo de tres quintas partes de la composición de cada entidad legislativa, en dos turnos de votación.
Blanco de reivindicaciones antiguas, el debate de la reforma tributaria ganó fuerza este año, con el interés del equipo económico del gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El foco principal de la reforma son los impuestos al consumo.
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