De acuerdo con reportes de prensa, además de los 200 mil gourdes (poco más de mil 500 dólares) que debe pagar un camión cada mes para acceder a Varreux, las pandillas también exigen 20 mil gourdes (unos 150 dólares) por cada vehículo cargado de carburantes.
La situación encarece los productos petrolíferos particularmente en las ciudades provinciales, pues los distribuidores departamentales deben abonar además 100 mil gourdes (cerca de 750 dólares) para atravesar las entradas norte y sur de Puerto Príncipe.
A pesar de los pagos establecidos, los distribuidores pueden enfrentarse a otros peajes arbitrarios, e incluso la carga puede ser robada.
“Para compensar las diversas cantidades que pagan los gestores de las gasolineras, el delegado departamental del Norte ha fijado el precio del galón de gasolina en 800 gourdes (unos seis dólares), en lugar de los 570 gourdes (4,30 dólares) exigidos por el Gobierno”, denunció Mehu Changeux, responsable de la Asociación de Propietarios y Choferes de Haití.
Changeux advirtió que la decisión tendrá un grave impacto en los precios de la transportación colectiva y otros productos de primera necesidad en las ciudades departamentales.
Mientras el Gobierno permanece en silencio, voces aliadas al ejecutivo cuestionaron la medida del gobernador local y pidieron sanciones.
“El SDP (Sector Democrático y Popular) denuncia el caos que se vive en el norte del país, donde la población compra el galón de diésel a 800 gourdes mientras el Gobierno fija el precio del galón en 560 gourdes. Se debe sancionar a quienes merecen ser sancionados”, escribió en la red social X el portavoz de la estructura política, André Michel.
Expertos señalan que la situación podría derivar en una nueva crisis de combustible, que tendría un impacto aún mayor en las precarias condiciones de vida de la población.
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