Resulta el máximo foro de gobernanza de la Organización Latinoamérica de Energía (Olade), que en esta capital tuvo también el diálogo empresarial sobre el tema.
La Declaración de Montevideo enfatiza la relevancia geopolítica, económica y social de los recursos energéticos para el progreso humano.
Subraya además la necesidad de transiciones energéticas justas y sostenibles, y a favor de la adopción de energías renovables, con la universalización del acceso y fomento de la energético.
El texto reconoce la diversidad de recursos y estrategias entre los Estados miembros y la adaptación acorde a sus necesidades.
La reunión decidió crear el Consejo Empresarial como órgano permanente de la Olade e impulsar la integración gasífera regional y los combustibles de nueva generación.
También decidió crear la Comisión de Género de Olade con el objetivo de promover la igualdad y empoderamiento de mujeres en las actividades energéticas en la región.
En la cita 16 países acordaron aumentar la meta regional de incorporación de energía renovable en la matriz eléctrica hasta un 73 por ciento al año 2030.
También fueron acordados compromisos sobre la participación de energías renovables en la oferta total energética del 36 por ciento para el 2030.
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