La posible salida de la disputa del legislador de Carolina del Sur se evidenció más, después del tercer debate celebrado la semana pasada en Miami, Florida, donde no tuvo ningún momento de brillo.
Scott, único afroamericano entre los contendientes republicanos, dio a conocer su decisión este domingo durante una entrevista concedida a Fox News.
Era una verdad a voces que enfrentaba una ardua lucha para abrirse paso en las primarias republicanas y además, el super PAC que lo apoyaba había cancelado su lista de anuncios televisivos en octubre y luego del tercer debate presidencial notificó que no haría una nueva inversión.
Cinco aspirantes a la nominación presidencial del Partido Republicano para los comicios del venidero año subieron al escenario en Miami.
En esa oportunidad, el enfrentamiento televisado fue entre el gobernador de Florida, Ron DeSantis, la exembajadora de las Naciones Unidas Nikki Haley, el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie, el empresario Vivek Ramaswamy y Scott.
El debate en Miami lo marcó, otra vez, la ausencia del principal contendiente, el acusado expresidente Donald Trump, quien volvió a ir contra las reglas y en una acción, quizás de prepotencia política, celebró un mitin de campaña muy cerca del lugar de la discusión.
En el cara a cara, Nikki Haley, según coinciden algunos medios de prensa, demostró nuevamente ser la polemista más exitosa y la dieron incluso como ganadora.
Ron DeSantis no ha tenido una campaña feliz y ya dejó de captar titulares con lo de “Estrella en ascenso del Partido Republicano”, pero el gobernador, cuestionado por la falta de un mensaje claro, mostró su mejor actuación en un debate hasta el momento.
El gobernador de Florida expresó un vigoroso respaldo de Israel, que muchos votantes republicanos parecen esperar, mientras mantuvo firme sus puntos de vista de intercambios sobre la crisis del fentanilo y otros temas.
Por su parte, Christie, que gobernó un gran estado azul, realizó otro sólido debate la víspera, pero tiene una posibilidad muy pequeña de convertirse en el candidato porque es el más vigorosamente anti-Trump en un partido, cuya base activista sigue siendo leal al expresidente.
Respecto a Scott no logró cumplir las grandes esperanzas que sus seguidores tenían cuando entró en la lid en mayo y simplemente a estas alturas todavía seguía sin generar entusiasmo y su actuación pasó inadvertida.
Desde ese instante, en el pensamiento los medios de prensa señalaron que quizás para el senador Scott era hora de retirarse y en cuanto a Trump, a pesar de sus líos legales, continúa imparable.
npg/dfm