Se trata de 30 familias, incluidos menores de edad, originarios de Afganistán, Irán e Irak, cuyo traslado se inserta en un acuerdo entre el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, y la canciller federal alemana, Angela Merkel.
El ejecutivo germano se comprometió a recibir a mil 553 personas provenientes en su mayoría del territorio insular griego, tras un incendio que en septiembre pasado devastó el campamento de Moria, el mayor de su tipo en las islas del mar Egeo, y ubicado en Lesbos.
Hasta el momento solo 449 personas fueron trasladas a territorio alemán desde esos enclaves, donde los indocumentados viven en condiciones de hacinamiento e insalubridad.
La Covid-19 ya infectó a centenares en esos improvisados refugios, incluso en otros distribuidos en la parte continental de esta nación, según denuncian Organizaciones no Gubernamentales y de Derechos Humanos.
En esta jornada, el ministro heleno de Migración, Notis Mitarakis, visitó el campamento de Lesbos tras las fuertes nevadas y temperaturas gélidas que azotaron el país con saldo parcial de tres fallecidos.
Hacer frente a la crisis de la inmigración corresponde a toda la Unión Europea. Nuestro nación sola, y especial las cinco islas del Egeo, no pueden soportar un peso tan desproporcionado, declaró a la prensa.
En septiembre pasado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, habló sobre la gestión migratoria del bloque, criticada por organizaciones internacionales y de derechos humanos.
Reconoció divisiones entre los Estados miembros y anunció un plan de acción para intentar resolver un problema que afecta al mecanismo regional con mayor intensidad desde 2015 y es denunciado con regularidad por la Organización Internacional para las Migraciones.
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