La tormenta puso en peligro la presentación, pero no pudo impedir que miles de personas corearan durante casi tres horas y a la intemperie temas como «Wish You Were Here» y «Another Brick in the Wall» y «Money» y «Shine On Your Crazy Diamond».
Fue en el mismo escenario donde se encontró con su público uruguayo hace cinco años, y que repitió esta vez en la novena entrega de su gira denominada “This is not a dril” (Esto no es un simulacro) que tuvo antes concierto en Sao Paulo y lo reeditará en Buenos Aires y Bogotá. Un despliegue tecnológico con 400 metros de pantallas gigantes, luces multicolores, fuegos artificiales y efectos especiales acompañaron la música y subrayaron mensajes contra las agresiones al pueblo palestino, el olvido de los indígenas y críticas a la guerra, el fascismo y el capitalismo.
La presencia de Waters en Uruguay estuvo marcada por la polémica y presiones del lobby israelí que incluso provocaron que varios hoteles capitalinos le cerraran sus puertas.
Pero en el Centenario, puño en alto, el emblemático rockero británico se reeditó cual mensajero de la resistencia y la defensa de causas que hoy llenan titulares de prensa y causan sufrimiento a millones de seres humanos.
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