Así lo adelantó el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, luego que la seca hizo retroceder la actividad en el sector agropecuario en más del 27 por ciento interanual.
“Las condiciones están dadas para ir a la normalidad y levantar la emergencia agropecuaria a partir del 31 de diciembre”, dijo Mattos a la prensa.
Solamente en la vinicultura la falta de lluvias recortó el 30 por ciento de la producción, por lo que el organismo implementó ayudas a 726 empresas productoras de vino.
La producción y exportación de soya, el cultivo más extenso del país, se vieron fuertemente impactadas por la sequía.
En su punto más álgido más de 13 mil 500 ganaderos debieron ser socorridos por planes gubernamentales.
Las perdidas en el sector agropecuario fueron estimadas en unos dos mil millones de dólares, las mayores en tres décadas y con impacto negativo en el Producto Interno Bruto alcanzado en 2022.
En las últimas semanas se repitieron fuertes precipitaciones sobre todo en el norte del país, donde cinco departamentos mantienen zonas inundadas y más de tres mil personas evacuadas.
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