El titular de Naciones Unidas viajó la víspera a la nación sudamericana para constatar las consecuencias de la crisis climática en el continente más austral del planeta, a donde llegará acompañado por el presidente Gabriel Boric.
La agenda incluye paradas en los glaciares Collins y Nelson, y la isla Kopaitic, que alberga pingüinos y otras especies afectadas por el cambio climático.
La víspera, el máximo responsable de la ONU adelantó que el viaje tiene como objetivo recopilar experiencias para llevar a la COP28, prevista desde el 30 de noviembre en Emiratos Árabes Unidos.
El hielo antártico se está derritiendo por las altas temperaturas, lo que tendrá consecuencias mortales para personas en todas partes del mundo, advirtió a la prensa el alto representante.
El periplo por Chile, antecedido por uno a Nepal en octubre, forma parte de los esfuerzos del titular de ONU para pedir medidas que coincidan con la escala de la crisis del planeta.
La temperaturas abrasadoras significan que el hielo antártico se está derritiendo más rápido, aseguró este lunes el portavoz de Guterres, Sthéphane Dujarric, al confirmar la visita.
La COP28 espera mantener vivo el objetivo de calentamiento de 1,5 grados del Acuerdo de París, aunque la propia ONU advirtió que se trata de un propósito en riesgo.
A menos que los países intensifiquen la acción climática y cumplan más de lo prometido para 2030, el mundo se encamina hacia una temperatura de entre 2,5 y 2,9 grados este siglo, de acuerdo con el Informe sobre la brecha de emisiones de 2023, publicado este lunes.
Según esas estimaciones, ninguno de los países del G20 está reduciendo las emisiones a un ritmo coherente con sus propósitos mientras que, en el escenario más optimista, la probabilidad de limitar el calentamiento a 1,5 grados es sólo del 14 por ciento.
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