La República Bolivariana alza su voz para protestar la xenofobia, la violencia, la agresión contra la Vinotinto venezolana, manifestó el jefe de Estado durante un acto en el Poliedro de Caracas, con cadetes de la Fuerza Armada Nacional.
Maduro arremetió contra la “oligarquía racista de Perú al agredir un noble juego de fútbol, en el cual el equipo de Venezuela dio una lección de calidad de este deporte y empatamos”.
Ellos andan en el fondo «envidiosos, mezquinos, malvados y además arremetiendo contra los nobles venezolanos y venezolanas que viven y trabajan allá”, subrayó.
Más temprano, el Ministerio para la Juventud y Deporte, la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) y el Comité Olímpico Venezolano (COV) fijaron en comunicados su posición de rechazo a las acciones de discriminación y xenofobia contra los atletas de la Vinotinto en la capital peruana.
La entidad gubernamental manifestó que esa conducta “no resulta sorprendente” y apuntó que el ambiente previo al partido, “había sido enrarecido por el inaudito anuncio” de la Policía peruana de “realizar controles migratorios a la comunidad venezolana”.
Puntualizó que, además, los atletas fueron “secuestrados por varias horas de retraso”, al negarse las autoridades a suministrar combustible a los aviones que transportaban a la selección nacional para su regreso a Venezuela.
La FVF denunció que los atletas estuvieron sometidos a práctica claramente “antifútbol” como las medidas de seguridad “nunca antes vistas”, relacionadas con la verificación de condiciones migratorias para entrar al estadio, lo cual atenta contra los derechos humanos de nuestros compatriotas y el espectáculo.
Subrayó que este tipo de actuaciones atentan directamente contra el espíritu deportivo y de concordia que debe regir siempre en el fútbol y “nuestra federación combatirá hasta sus últimas consecuencias”.
El COV, por su parte, cita la carta Olímpica que establece que el deporte siempre debe estar al servicio del desarrollo armónico del ser humano, con el fin de favorecer el establecimiento de una sociedad pacífica y comprometida con el mantenimiento de la dignidad humana.
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