Medellín, Popapyán, Barranquilla, Bucaramanga, Pasto, Bogotá y otras localidades del país, fueron escenario de manifestaciones y a la vez de acciones violentas del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad).
En Popayán, capital del departamento del Cauca, integrantes del Esmad, brazo élite de la Policía Nacional detuvieron a periodistas del medio Red Alterna, y aunque fueron liberados, sus equipos de trabajo fueron dañados por los uniformados.
De igual forma, en la ciudad de Medellín, un corresponsal voluntario del Tercer Canal fue impactado en su rostro por artefactos lanzados por los miembros de ese cuerpo en su rostro
En Bucarmanaga, los manifestantes exigieron justicia para los desaparecidos en el contexto del paro iniciado el pasado 28 de abril.
Asimismo, exigieron el esclarecimiento de los hechos que dejaron más de 80 personas asesinadas en el marco de estas protestas anigubernamentales.
En la ciudad de Barranquilla, los manifestantes derribaron de su pedestal una estatua de Cristóbal Colón, en un acto contra los símbolos de la colonización.
‘Hoy fue derrumbado el monumento a Cristóbal Colón en Barranquilla. La capital del Atlántico resiste y lucha también por resignificar la memoria histórica del país’, afirmó el senador por el Movimiento Alternativo Indígena y Social.
Para el secretario general del Partido Comunista Colombiano, Jaime Caicedo, el paro nacional en curso tiene su origen en una problemática de tan graves proporciones que solucionarla solo será posible mediante decisiones contrarias a los dictados de la banca mundial y al interés de la élite colombiana.
La primera, interesada en el retorno de sus préstamos e intereses y, la segunda, en sus altas ganancias, señaló recientemente.
‘¿Será que soluciones de tal envergadura no son políticas?’, manifestó el dirigente comunista.
El 28 de abril pasado comenzó un paro nacional contra un proyecto de reforma tributaria que aumentaría los impuestos a bienes y servicios y crearía nuevos gravámenes.
Aunque pocos días después el gobierno de Duque retiró la propuesta, el paro continuó y devino en un estallido social considerado el mayor de los últimos 70 años.
De acuerdo con el más reciente informe de la organización no gubernamental Temblores, entre el 28 de abril y el 26 de junio, la policía cometió cuatro mil 687 hechos de violencia.
El colectivo documenta 44 homicidios cuyos presuntos agresores son miembros de la fuerza pública; 82 hechos de lesiones oculares y 228 víctimas de disparos con armas de fuego; 28 víctimas de violencia sexual, dos mil cinco detenciones arbitrarias, entre otras acciones represivas.
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