Las cifras definitivas de asistencia a las urnas muestran que de los alrededor de 48 millones de electores convocados en el país, el 65,31 por ciento decidió no ejercer su derecho, ausencia casi idéntica a la reportada por las encuestas que siguieron a los comicios.
Pese a los llamados del gobierno a votar, tras la abstención récord en Francia durante la primera vuelta (66,72), el 20 de junio, muy pocos respondieron con su presencia en el balotaje, que mantuvo a las regiones metropolitanas con dominio conservador, en particular del partido Los Republicanos, y del Partido Socialista, que retuvo el control en cinco territorios.
Si se compara la segunda ronda de las elecciones regionales de 2015 con la recién celebrada, la ausencia a las urnas creció 24 puntos porcentuales.
El oficialismo y su fuerza política La República en Marcha y la extrema derecha de Agrupación Nacional fueron los grandes perdedores de los comicios, al no conseguir la victoria en ninguna región a 10 meses de las presidenciales.
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