A propósito de la fecha, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, convocó a recordar a las víctimas del pasado, en particular a los millones de africanos arrancados de sus hogares, explotados, brutalizados o asesinados durante la trata transatlántica de esclavos.
La fecha fue elegida para conmemorar el aniversario del Convenio para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena, aprobada este día de 1949.
La jornada se centra en reclamar la erradicación de las formas contemporáneas de esclavitud, como la trata de personas, la explotación sexual, las peores formas de trabajo infantil, el matrimonio forzado y el reclutamiento forzoso de niños para su uso en conflictos armados.
De acuerdo con la ONU, cerca de 50 millones de personas están sometidas a esclavitud moderna; unos 28 millones a trabajos forzados y 22 millones a matrimonios.
En tanto, casi una de cada ocho personas sometidas a trabajos forzados son niños y niñas y más de la mitad de ellos se encuentran en situación de explotación sexual comercial.
La mayoría de los casos de trabajo forzoso —el 86 por ciento— se dan en el sector privado mientras que casi cuatro de cada cinco personas sometidas a explotación sexual comercial forzada son mujeres o niñas.
El organismo reconoce entre las principales formas de esclavitud moderna al trabajo forzado, el infantil y la trata.
Los informes preparados por los órganos de las Naciones Unidas y las ONG demuestran además la persistencia de viejas formas de esclavitud que subsisten al amparo de creencias y costumbres tradicionales.
Esas son el resultado de una discriminación arraigada contra los grupos más vulnerables de la sociedad, como las personas consideradas de casta inferior, las minorías tribales y los pueblos indígenas.
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