La Superintendencia de Transporte le impuso las amonestaciones con efecto inmediato, tras comprobar la falta de “información clara, veraz, oportuna y verificable” por parte de la compañía, en todos los aeropuertos donde opera.
Ese movimiento trae consigo las obligaciones que deberá cumplir la empresa a fin de rectificar las irregularidades detectadas y aparte debe dejar en claro las condiciones para otorgar compensaciones, dentro de las mismas terminales.
Igualmente, se le exigió disponer de canales de atención al usuario que sean eficaces y efectivos para lograr la reprogramación de los vuelos afectados y garantizarles el servicio de transporte público.
La Superintendencia de Transporte procedió con las medidas, luego que la Asociación de Transporte Aéreo Internacional llamó a que retornara la “operación estable y adecuada” en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, al citar “causas ajenas” detrás de las afectaciones que dejaron varados a más de 90 mil pasajeros en las últimas dos semanas.
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