La localidad, de casi 715 mil habitantes, está sin el líquido vital desde el domingo debido a una falla eléctrica en los cables soterrados de la planta desalinizadora que abastece al 80 por ciento de los hogares y servicios y la situación se mantendrá hasta el viernes.
Ante la emergencia hídrica el hospital adoptó una serie de acciones para garantizar el funcionamiento del centro y la seguridad de los pacientes y el personal.
Además de suspender los servicios ambulatorios, se limitó la visita a los ingresados a media hora al día y se paralizaron los programas de pregrado para estudiantes e internos de la institución.
Con anterioridad la secretaría regional del Ministerio de Educación decidió suspender las clases en los establecimientos docentes públicos y privados.
Buena parte del comercio también cerró sus puertas y otros servicios funcionan al mínimo.
Este martes la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) informó la apertura de una investigación contra la empresa Aguas Antofagasta, encargada de administrar la planta desalinizadora La Chimba, con el objetivo de determinar responsabilidades.
Evidentemente no contaban con las reservas suficientes para enfrentar una contingencia de esta naturaleza, dijo Jorge Rivas, jefe de la SISS.
No hay el número requerido de estanques, ni camiones aljibe o fuentes alternativas del líquido, aseguró.
Agregó que por el momento los puntos de abasto a la población resultan insuficientes y falta información oportuna y veraz.
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