Utilizamos las capacidades y posibilidades del dron porque logra la precisión que no ofrecen las máquinas que poseemos, argumenta Dagoberto Rodríguez, director nacional de suelos y fertilizantes del Ministerio de la agricultura.
El experimento toma por escenario áreas plantadas de frijol en la Unidad empresarial de base Hermanos Barcón, considerado el más importante polo productivo del sur Pinar del Río.
Hasta aquí trajimos Nerea plus, que es la fase de una partícula a nivel de casi una nanopartícula porque facilita la aplicación foliar. Buscamos una mayor eficiencia y ahorro de dosis, pues para utilizarlo directamente al suelo se necesita una tonelada por hectárea y de esta forma solo empleamos 16 kilogramos por hectárea, explica Rodríguez.
Creado por investigadores del Laboratorio de ingeniería de zeolitas del Instituto de ciencia y tecnología de materiales de la universidad de La Habana, el Nerea plus integra las cinco líneas de fertilizantes zeolíticos identificados por la no contaminación, no pérdidas por riego o evaporación y efectividad en el control de enfermedades en los cultivos.
Hay una alta eficiencia en su uso, puntualizó el directivo.
El experimento responde al propósito del Grupo empresarial Tabacuba de introducir paulatinamente los avances tecnológicos en las producciones que tiene a su cargo, de ahí el uso del dron para ratificar la efectividad del producto, argumenta su presidente, Marino Murillo.
La llamada fórmula completa conformada por nitrógeno, fósforo y potasio y de amplio uso agrícola se acompaña de la zeolita, identificado como el mineral del siglo.
Fuentes consultadas aseguran que desde la década del ochenta del pasado siglo, Cuba demostró la efectividad de los fertilizantes y sustratos Nerea en cultivos zeopónicos que ocuparon espacios citadinos subutilizados.
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