Esa entidad de la ONU registró recientemente el nivel más alto de hambre jamás proyectado durante la temporada de cosecha en curso, aseguró la portavoz del PMA en la nación africana, Leni Kinzli.
De acuerdo con sus estimaciones, las zonas más afectadas incluyen la capital, Jartum, así como la región de Darfur en el oeste y la centro-sur de Kordofán.
“Si no hay un aumento significativo en la asistencia alimentaria, cuando llegue la temporada de escasez en mayo, los puntos críticos de conflicto podrían ver el surgimiento de un hambre catastrófica o el nivel cinco de cinco, el más alto en la Escala de Clasificación de Fases Integradas», insistió Kinzli en declaraciones a la prensa.
Para enfrentar estos desafíos, el PMA pidió acceso humanitario regular y seguro para llegar a los civiles en las zonas más impactadas por la violencia.
Hasta la fecha, el contexto para la entrega es sencillamente inadecuado, lamentó Kinzli.
Apenas una de cada cinco personas de las más urgentemente necesitadas de asistencia alimentaria en el área de Jartum recibió apoyo del PMA desde que comenzó el conflicto, dijo además.
Junto a las hostilidades en curso desde mediados de abril de 2023, las crisis climáticas también impactan en la nación africana y, en particular en la falta de suministros.
Desde 2020, el hambre ya aumentaba cada año en el país con varios niveles récord de inseguridad alimentaria.
Sin embargo, las consecuencias de los combates en curso resultan evidentes, de acuerdo con el PMA: más de seis millones de personas están al borde de la hambruna mientras que 20,3 millones, que representan el 42 por ciento de la población, enfrentan inseguridad alimentaria aguda.
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