Ambas partes habían acordado acallar las armas por 72 horas, pero de acuerdo con la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Adrienne Watson, decidieron una prórroga de dos semanas.
Estados Unidos se convirtió en uno de los mediadores del acuerdo tras un periodo de escalada en las acciones durante el cual el M23 llegó a ocupar localidades como Mushaki, en la provincia de Kivu Norte.
La tregua pactada incluye el compromiso del Gobierno de la RDC de rechazar cualquier forma de apoyo a los insurgentes de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), mientras que los ocupantes deben abandonar Mushaki, las posiciones a lo largo de la carretera RP1030 y las localidades situadas al oeste de la carretera N2.
Según Watson, los Gobiernos de la RDC y Ruanda concordaron en la importancia del despliegue temporal de fuerzas entre posiciones para ayudar a facilitar el retorno seguro de los civiles desplazados a sus comunidades; en tanto Kigali coordinará con los socios regionales para garantizar el compromiso del M23 de cesar sus operaciones ofensivas.
ro/kmg