Una nota divulgada en el sitio oficial del Ministerio del Interior, destaca declaraciones de Piantedosi sobre este nuevo acuerdo que, según señaló, permitirá a Europa y a Italia “contar con nuevas normas para gestionar los flujos migratorios y luchar contra los traficantes de seres humanos”.
El pacto fue firmado este miércoles en la sede de la comunidad regional, en Bruselas, Bélgica, en una reunión donde participaron representantes de la presidencia del Consejo de la UE, del Parlamento Europeo y de la Comisión Europea.
Fue “el resultado de largas negociaciones en las que Italia siempre ha desempeñado un papel de liderazgo, para establecer una solución equilibrada que no haga que los países fronterizos de la UE, especialmente expuestos a la presión migratoria, se sientan solos”, aseveró el ministro.
Se mantiene que el primer país de la Unión al que ingrese un migrante o refugiado será responsable de procesar su caso, pero se establece un nuevo mecanismo de solidaridad para equilibrar el sistema actual, según el cual, un pequeño grupo de naciones, dada su posición geográfica, gestionan la mayoría de las solicitudes de asilo.
El documento incluye un reglamento de detección, que establece normas uniformes relativas a la identificación de nacionales de terceros países a su llegada, aumentando así la seguridad dentro del espacio Schengen.
También comprende regulaciones denominadas Eurodac, que se refieren a la creación de una base de datos común, para recopilar informaciones más precisas y completas, con el fin de detectar movimientos no autorizados de los migrantes.
Se incorporaron además a este acuerdo otros tres reglamentos, entre ellos el de procedimientos de asilo, así como el de gestión de la migración, el cual comprende el denominado mecanismo de solidaridad, y otro que prevé la actuación de la comunidad ante crisis y casos de fuerza mayor.
Se prevé en las nuevas regulaciones, las cuales deben entrar en vigor en el primer semestre de 2024, que tras su llegada al territorio de una nación de la UE, parte de los inmigrantes deberán reubicarse en otros países que, de negarse a acogerlos, tendrán que aportar una importante contribución financiera.
mem/ort