Imágenes de medios de prensa muestran las aglomeraciones de personas en el límite fronterizo, así como impactantes reportes acerca de los peligros a los que se someten los migrantes irregulares con tal de acceder al territorio estadounidense.
Según las estadísticas, más de 10 mil migrantes cruzaron ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México diariamente, números no vistos desde días antes del levantamiento de una restricción de la era Covid-19 conocida como Título 42 que permitía a las autoridades rechazar a los irregulares en el mismo límite.
“Es una invasión”, así piensa el gobernador de Florida, Ron DeSantis, aspirante a la nominación por el Partido Republicano para las elecciones de 2024, sobre los migrantes.
En sus actos de campaña reiteró que, de llegar a la Casa Blanca, sí terminará el muro fronterizo.
Por su parte, el favorito en las encuestas por los republicanos, el expresidente Donald Trump, dijo que los migrantes son el veneno en la sangre de este país y anunció deportaciones masivas de volver a la mansión ejecutiva en enero de 2025.
El presidente Joe Biden habló la víspera con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, sobre la crisis migratoria en la frontera común.
En su llamada, los dos mandatarios coincidieron en que “se necesitan urgentemente medidas de aplicación de la ley adicionales” para reabrir los puertos en la frontera entre Estados Unidos y México, dijo a la prensa el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
El arribo de migrantes a esos puntos de entrada “ha agotado los recursos federales y provocó el cierre de puertos”, añadió.
Altos funcionarios estadounidenses, incluido el secretario de Estado Antony Blinken, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Liz Sherwood-Randall, viajarán a México en los próximos días para discutir nuevas acciones con la contraparte, señaló.
La seguridad fronteriza, que sigue siendo una vulnerabilidad para Biden en 2024, ha estado en primer plano este mes por las negociaciones en marcha de un acuerdo de inmigración vinculado a la solicitud suplementaria de ayuda militar para Ucrania.
Esas pláticas se estancaron luego que el Senado -que había retrasado su receso por Navidad- no llegó a un acuerdo y decidieron abandonar Washington.
De manera que la ayuda solicitada por Biden -a costa de eventuales concesiones a los republicanos en materia migratoria- quedará pendiente, como mínimo, hasta que los miembros del Congreso regresen al Capitolio el 8 de enero.
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