Nosotros reforzamos el control sobre los territorios, antes ocupados por los terroristas, admitió el presidente Filipe Nyusi, citado aquí por la agencia AMI.
Como resultado de las operaciones de nuestras fuerzas y de nuestros aliados, los grupos armados debieron limitarse a pequeños ataques para buscar alimentos y otros productos necesarios a costa de la población local, declaró el jefe de Estado.
Las fuerzas de seguridad eliminaron a varios terroristas, destruyeron todas sus bases de operaciones, desarmaron a unos cinco mil extremistas y ya el 75 por ciento de la población de Cabo Delgado pudo regresar a sus viviendas, anunció el estadista.
Contamos con toda la disposición de vencer al terrorismo, aseguró Nyusi, cuyo gobierno aprobó recientemente un plan para el periodo 2024-2029 con el fin de luchar contra el financiamiento del citado flagelo, con especial control en la extracción de minerales y actividad bancaria.
En Cabo Delgado opera la organización radical Ansar as-Sunn y la Iscap, una filial del movimiento terrorista Estado Islámico, enfrascados en crear un estado de religión musulmana en esta nación. Desde 2017, las acciones violentas de esas agrupaciones armadas causaron en esa norteña provincia al menos tres mil muertos y provocaron la salida de unos 900 mil refugiados, indicó la prensa local.
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