‘Condenamos los experimentos atroces e inhumanos que el colonialismo en Canadá impuso en contra la vida de centenares de niños indígenas obligados a morir de hambre como si fueran animales. Ese es el genocidio contra el ‘problema indio’ aplicado en complicidad con la iglesia’, escribió Morales en Twitter.
En las últimas semanas acaparó titulares en todo el mundo el hallazgo de más mil 100 tumbas de niños indígenas sin identificar en terrenos de internados gubernamentales administrados por la iglesia.
Esos centros internaban a los menores para su reeducación en los valores occidentales, y de acuerdo con varias organizaciones de pueblos nativos canadienses, eran objeto de abusos físicos, emocionales y sexuales amparados en la idea de reeducar para eliminar las expresiones de la cultura aborigen.
Los asesinatos sucedieron durante casi la totalidad del siglo XX, y no se descartan algunos de ellos ejecutados en los últimos años de la centuria anterior, época en que fueron instaurados los referidos internados.
Sobrevivientes y familiares de las víctimas de los niños asesinados llevan adelante una campaña que reivindica la memoria de todos los afectados en esos hechos, condenados por la mayoría de la sociedad civil canadiense.
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