La temporada de escasez en el país junto a los conflictos, la inseguridad, el aumento de la inflación y el impacto de la crisis climática impulsará aún más el hambre en la nación, según los pronósticos del PMA.
Los índices representan un sustancial aumento con respecto a los 18,6 millones de personas que padecían inseguridad alimentaria a finales de este año.
En 2024, el PMA dará prioridad a su asistencia para llegar a 1,1 millones de personas vulnerables en Nigeria cada mes durante la primera mitad del año.
En la temporada de escasez, cuando el hambre es más aguda, el PMA aumentará su apoyo para llegar a 1,6 millones de personas mensualmente, dependiendo de los recursos disponibles.
Sin embargo, a menos que se tomen medidas inmediatas, el Programa Mundial de Alimentos se quedará sin fondos a partir de febrero de 2024, y esto puede tener consecuencias nefastas para los afectados.
De acuerdo con esa entidad de la ONU, las iniciativas en el país necesitan urgentemente 271 millones de dólares para sostener sus operaciones en Nigeria durante los próximos seis meses.
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