Por medio de un comunicado, el Banco Nacional de Austria divulgó las opiniones del representante del país en el Consejo de Gobierno del BCE, Robert Holzmann, en un contexto de crecientes preocupaciones por el bajo desempeño económico de la eurozona y la Unión Europea en general.
Al decir de Holzmann, en estos momentos resulta prematuro entrar a debatir la posible rebaja de las tasas de interés del banco comunitario, pese a las complejidades del escenario económico-financiero.
“Aunque nos encontramos ante una serie de subidas de tipos sin precedentes en la historia del BCE, con 10 alzas ininterrumpidas, todavía no hay garantías de que los tipos de interés vayan a bajar en 2024”, argumentó.
“Combatir la inflación es como correr una maratón: los últimos metros son los más difíciles”, subrayó el economista, al sopesar la influencia de la política monetaria y los actuales niveles del indicador, aún distantes de los objetivos trazados por el BCE.
Probablemente la meta de llevar hasta el dos por ciento la tasa interanual de la inflación en la zona del euro se alcance en los próximos años, aunque “el camino hasta allí seguirá siendo difícil”, acotó.
El pasado 14 de diciembre el BCE decidió por segunda vez consecutiva mantener sin cambios los tipos de interés en el 4,5 por ciento, mientras rebajó su pronóstico de crecimiento económico para la eurozona en 2023 y el año entrante.
En opinión del organismo comunitario, las subidas de los tipos en meses recientes endurecieron las condiciones de financiación y afectaron la demanda, aunque contribuyeron moderar la inflación, en condiciones de un débil desempeño macroeconómico a corto plazo.
El más reciente movimiento alcista tuvo lugar en septiembre de 2023, cuando el BCE acordó incrementar el precio del dinero en 0,25 puntos porcentuales, hasta el 4,5 por ciento, lo que representó el décimo aumento consecutivo desde que, en julio de 2022, la autoridad monetaria decidiera dejar atrás la cota del cero por ciento.
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