La conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador en el Palacio Nacional, fue dedicada este viernes a la explicación del nuevo mecanismo de distribución de medicinas y materiales de curación que se pone en práctica a partir de esta primera ultra farmacia.
Los almacenes y áreas descubiertas cubren unas 50 hectáreas ubicadas en un punto equidistante para abarcar desde allí a todo el territorio nacional y enviar el medicamento que se requiera en menos de 48 horas a cualquier lugar por muy lejos que esté.
El director del Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS) que lleva el Plan IMSS-Bienestar de modernización del sistema de salud y atención medica gratuita, Zoé Robledo, explicó que las instituciones cuando antes hablaban de abastos de medicinas se referían solo a inventarios en almacenes.
Hoy nos referimos al abasto y surtidos relacionados con la realidad de la gente necesitada, de cumplirla receta médica y entrega gratuita de lo que el paciente necesite en cualquier lugar de México, explicó.
Las formas del recetario, dijo, también cambian y se modernizan. Los medicamentos que se entregan gratuitamente provienen de una consulta del médico de familia o del especialista, y ya en este momento el 83 por ciento se genera de forma digital.
El médico ingresa los datos e indica el tratamiento al paciente y con ello genera una receta normada la cual incluye el tipo y número de medicamento, el nombre genérico y no el comercial porque ya el galeno no está obligado a servir a un laboratorio ni mandar marcas, sino el componente curativo.
El paciente lleva la receta a la farmacia y cuando no está allí el medicamento, comienza a operar el mecanismo de búsqueda y la receta no tendrá una respuesta negativa porque allí estará la megafarmacia para entregarla en menos de 48 horas.
Robledo explicó que en ese proceso de construcción del nuevo sistema de abasto y distribución encontraron que no había modelo único, sino 32 y ninguno contenía todo el número de claves o el médico recetaba aquellas que ya no se producían o no se usaban.
También se descubrió que el volumen y tipo de medicamentos adquiridos respondía a la capacidad presupuestal no a las necesidades de la población enferma. Compraban poco y caro para cuando se agotaran salir al mercado a adquirirlas a sobre precio.
Además, había problemas graves en los controles de inventario porque eran manuales, en hojas de cálculo y unas pocas grandes empresas o laboratorios privados lo concentraban todo, incluso en las farmacias del servicio público que también eran privadas, explicó.
El secretario de Salud, Jorge Alcocer, informó que la megafarmacia comienza a operar con la adquisición de cuatro mil millones de piezas y calificó el método de distribución pública como la última milla del camino a la excelencia en el sistema de salud para el bienestar.
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