Mécène, quien antes de su destitución era el juez más antiguo de la Corte de Casación, dijo que la conferencia nacional soberana, reforma constitucional, fortalecimiento de poder judicial y del sistema electoral, así como el restablecimiento de la seguridad, son procesos anteriores a los sufragios generales.
En su tercer discurso a la nación, reiteró que solo la transición puede lograr una reorganización del país que conduzca a la justicia social, creación de empleo, y reducción de la pobreza, especialmente para los más vulnerables.
También felicitó la masiva presencia de la población en las calles, durante la protesta organizada el pasado domingo contra el presunto prolongamiento del mandato presidencial de Jovenel Moïse y por el respeto a la Constitución.
Desde el 7 de febrero, la oposición intenta instalar un gobierno paralelo para presionar la salida de Moïse del Palacio Nacional, pese a que éste asegura permanecer en su puesto hasta 2022, para organizar elecciones y convocar un referéndum constitucional.
La víspera André Michel, vocero de la plataforma opositora Sector Democrático y Popular, manifestó que solo en transición pueden realizarse elecciones transparentes y justas, y afirmó que la negativa del gobernante a renunciar es el principal obstáculo para los comicios.
Este miércoles, la Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití reiteró su apoyo al proceso electoral, aunque instó al diálogo entre todos los actores.
Según el plan gubernamental, más de seis millones de haitianos están convocados a las urnas en abril para aprobar o desestimar la nueva Constitución, y en septiembre están previstas las elecciones generales.
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