De acuerdo con un reporte de la AIE, el dato muestra un incremento del 1,4 por ciento de las peticiones del combustible, pero también existen expectativas de una caída gradual del consumo hasta 2026.
Ello significaría la primera previsión de caídas en el uso de esta fuente de energía aunque con marcadas diferencias entre regiones.
En la mayoría de las economías avanzadas, la AIE prevé una contracción en el consumo de carbón de alrededor del 20 por ciento, en la Unión Europea y Estados Unidos.
Mientras, en las economías emergentes y en desarrollo se podrían registrar aumentos del 8,0 en la India y un 5,0 por ciento en China como consecuencia del alza de la demanda de electricidad y la débil producción hidroeléctrica.
Subraya la Agencia que podría acelerarse el desplazamiento de la demanda y la producción de carbón a Asia, y precisa que China, India y el Sudeste Asiático representarán tres cuartas partes del consumo mundial en 2023 frente a sólo una cuarta parte en 1990.
Sin embargo, en las economías avanzadas continuará la disminución estructural del consumo de carbón dado por la expansión de las energías renovables en medio de un débil crecimiento de la demanda de electricidad.
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