Según el sitio digital de la revista Caras y Caretas, el año 2023 cerró con mil 647 denuncias de esa índole, lo que equivale a más de siete cada día.
En Uruguay la carga de denuncias por delitos sexuales ha llevado al colapso a las cuatro fiscalías especializadas, consigna la publicación.
Añade que a pesar de los esfuerzos por abordar esta situación, se estima que más de tres mil 500 expedientes esperan por fallo judicial, lo cual genera “una espera angustiante para las víctimas que buscan justicia”.
Caras y Caretas pone como ejemplo la situación del juzgado de sexto turno de Delitos Sexuales, encargado del caso del exsenador Gustavo Penadés, en prisión preventiva e imputado por 22 transgresiones en su mayoría por explotación sexual a menores.
Este juzgado acumula más de mil carpetas, muchas de las cuales se consideran “casos fríos” que permanecen en espera hasta que surjan nuevas evidencias o testigos, apunta la publicación.
Los acusados por delitos sexuales rara vez llegan a un acuerdo. En el 90 por ciento de los casos se llevan a juicio, lo que complica aún más los procesos judiciales.
Los datos revelan que el 97 por ciento de los condenados son hombres y más del 80 por ciento de las víctimas resultan mujeres, en su mayoría menores de edad.
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