En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores recordó que el 3 de enero de 1833 Reino Unido tomó por la fuerza esas áreas, acción que “constituyó un acto de fuerza en tiempos de paz, contrario a las leyes internacionales y nunca consentido por el Gobierno argentino, que de inmediato presentó sus protestas”.
Además, indicó que, desde entonces, esta nación defiende su reclamo y la Constitución establece que la recuperación del ejercicio efectivo de la soberanía sobre dichos territorios, conforme el derecho y respetando el modo de vida de sus habitantes, constituye un objetivo permanente e irrenunciable de este pueblo.
La Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) caracterizó la cuestión de Malvinas como una situación colonial especial y particular que involucra una disputa entre Argentina y Reino Unido, la cual debe ser resuelta por los gobiernos de ambos países mediante negociaciones, señala el texto.
Asimismo, destaca que dicho organismo instó a las partes a abstenerse de desarrollar actos unilaterales en esas áreas.
Por otra parte, indica que numerosos foros internacionales y regionales se pronunciaron a favor de este país y de la reanudación de las conversaciones, entre ellos el Comité Especial de Descolonización, el Grupo de los 77 y China, el Mercado Común del Sur y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
Manifestamos una vez más nuestra disposición a reanudar las negociaciones que permitan encontrar una solución a esta disputa, de acuerdo a lo dispuesto por las resoluciones pertinentes de la AGNU, afirma la Cancillería en el documento.
Convencida de que el único camino posible es el de la vía diplomática, Argentina reitera su interés en la misión de buenos oficios encomendada por la AGNU al secretario general de la ONU con el objeto de ayudar a las partes a retomar las conversaciones con el fin de encontrar lo más pronto posible una solución pacífica, añade.
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