Alemania, Países Bajos, Rumanía y España figuran entre los Estados favorecidos por esta decisión de la alianza atlántica que adjudicó un contrato de producción y suministro al consorcio Comlog, compuesto por la empresa norteamericana Raytheon y la europea MBDA.
“La adquisición multinacional consolidada, en el espíritu de la Iniciativa Escudo Cielo Europeo (ESSI), ofrece economías de escala y apoya la expansión de la capacidad de producción de nuevos misiles GEM-T para satisfacer la creciente demanda”, indicó la OTAN en un comunicado.
Una cumbre interna, celebrada en julio de 2023, corroboró que la organización regresó definitivamente a los esquemas de la Guerra Fría, pues Occidente, encabezado por Estados Unidos, no está listo para tolerar la formación del mundo multipolar y está determinado a reivindicar su hegemonía con todos los medios disponibles, incluidos los militares, opinaron analistas.
En la cita fueron aprobados nuevos planes regionales encaminados a fortalecer las capacidades de coalición de naturaleza agresiva en la tierra, el mar, el aire, el espacio ultraterrestre y el ciberespacio.
Más de la mitad de los gastos militares a escala internacional corresponden a los países de la OTAN y las erogaciones siguen en ascenso, dada la decisión de los miembros del bloque de emplear con tales fines no menos del dos por ciento de su Producto Interno Bruto.
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