Se trata del modelo BMU fabricado en China y cada convoy cuenta con cuatro coches con una capacidad total para 236 pasajeros y su desplazamiento máximo alcanzará los 160 kilómetros por hora, señaló el funcionario.
En una primera etapa los modernos ferrocarriles enlazarán a las ciudades de Santiago, capital de Chile, con la urbe de Curicó, en la sureña región del Maule con un tiempo de dos horas.
Las máquinas cuentan con un sistema doble de energía, es decir que pueden trabajar con electricidad o combustible diésel y los vagones son confortables, con sillones reclinables, espacios amplios y servicios adecuados para personas con movilidad reducida.
A partir del 19 de enero se realizarán seis salidas diarias desde la capitalina Estación Central, que se sumarán a los trenes tradicionales, los cuales mantendrán sus funciones.
Mabel Leva, presidenta del directorio de la Empresa de Ferrocarriles del Estado, dijo que en el primer semestre ampliarán el servicio a las ciudades de Talca y Chillán, esta última en la Región del Biobío.
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