En esta oportunidad el sondeo se centró en la situación en medio de la pandemia y sus efectos en los ingresos de la población y la distribución a nivel de país, con datos obtenidos entre octubre de 2020 y febrero pasado.
El estudio reflejó que por los efectos de la pandemia de Covid-19 sobre la economía, la pobreza aumentó dos puntos porcentuales en comparación con los resultados de la encuesta precedente, de 2017.
Ello se traduce en que actualmente el 4,3 por ciento de la población, 831 mil 232 personas, se encuentran en la pobreza extrema por la insuficiencia de sus ingresos, mientras que un millón 280 mil 953 (6,6 por ciento) aparecen como ‘pobres no extremos’.
Al analizar esa situación por zonas, se aprecia un aumento de tres por ciento en la pobreza en las áreas urbanas y una disminución en 2,7 en las rurales con respecto a 2017, pero la pobreza extrema refleja un incremento tanto en las ciudades como en el campo.
Igualmente el sondeo mostró un desequilibrio por regiones, pues mientras las de Magallanes, Aysén y Metropolitana, en ese orden, muestran índices por debajo del promedio nacional, las de Tarapacá, Ñuble, Biobío y La Araucanía lo sobrepasan, con esta última con la mayor pobreza (17,4). En cuanto a la distribución de ingresos la Casen confirmó las profundas desigualdades existentes en Chile, pues el 20 por ciento de los hogares con mayores ingresos recibió en ese lapso 35 veces más recursos que el 20 por ciento de las familias más pobres.
Esto, indica el sondeo, constituye la cifra más alta registrada, y supera el récord impuesto en 1994, cuando la diferencia era de 13,8 veces.
Pero la brecha se acentúa al examinar los hogares de más altos ingresos, que muestran entradas 416,6 veces superiores a los del trabajo percibido por los de menores remuneraciones, lo que también constituyó un máximo histórico.
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