Luego del fuerte impacto provocado por la Covid-19 el pasado año en los pedidos de ese combustible, la AIE también prevé que ese crecimiento continuará al menos hasta 2024, aunque a un ritmo inferior al previo a la crisis.
En su informe de análisis y de perspectivas del gas, publicado este lunes, ese organismo calculó que tras el descenso del dos por ciento el pasado año, el consumo en 2021 subirá un 3,6 por ciento y la cadencia de progresión se situará en una media anual del 1,7 por ciento en los tres ejercicios siguientes.
Se trata de alzas inferiores a los estimados por los economistas de esa agencia, pero indican que en 2024 el mundo absorberá cerca de cuatro mil 300 millones de metros cúbicos de gas, es decir un siete por ciento más que en 2019, antes de que se declarara la pandemia de la Covid-19.
También es un dos por ciento superior a lo considerado como el tope en 2025 para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050 y limitar así el calentamiento global.
Sobre esa base el director de mercados energéticos de la AIE, Keisuke Sadamori insistió en la necesidad de fuertes políticas para que esa demanda de gas modere y sea compatible con los propósitos climáticos, lo que pasa por mayor eficiencia energética del sector y reducción de sus emisiones, de forma particular las de metano.
De acuerdo con el informe, la industria será el principal responsable del aumento del consumo tanto este año como los siguientes, a una media del 3,4 por ciento anual, por el efecto de la recuperación económica, sobre todo en la región Asia-Pacífico.
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