En este sentido, el Consejo para los Refugiados demandó una acción decisiva orientada a detener las tragedias prevenibles y el establecimiento de rutas seguras hacia el país europeo.
De acuerdo con los activistas las muertes debieran resultar un llamado de atención para los conservadores, sumidos en luchas internas por su condenada política de deportación de Ruanda, cuya votación acontecerá mañana en la Cámara de los Comunes.
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