Según explicó Starmer en un discurso online, además de dar a millones de personas una participación adecuada en el futuro de Gran Bretaña, los bonos ayudarían a recaudar miles de millones de libras para invertir en comunidades, empleos y empresas locales.
Este no es el momento para una segunda ola de austeridad, ni para aumentar los impuestos sobre las empresas y las familias, aseveró el político a pocos días de que el gobierno anuncie el presupuesto estatal para el próximo año fiscal.
Tras señalar que la Covid-19 no es solo la peor crisis de salud en la Reino Unido sino también la mayor convulsión económica en 300 años, Starmer afirmó que antes de la pandemia ya existía un estancamiento de la expectativa de vida y un aumento de la pobreza infantil como resultado de los recortes implementados por el gobierno conservador durante la última década.
Hay una oportunidad aquí para pensar de manera creativa, para construir sobre el espíritu de solidaridad que hemos visto en el último año y forjar un nuevo contrato con el pueblo británico, recalcó.
El líder opositor, a quien muchos de sus detractores dentro del laborismo acusan de tratar de alejar al partido de las posiciones de izquierda que adoptó su antecesor Jeremy Corbyn, también prometió que de llegar al poder en 2024 buscaría una mayor alianza con el empresariado.
Si somos honestos, durante demasiado tiempo el laborismo no se ha dado cuenta de que la única forma de lograr justicia social e igualdad es a través de una asociación fuerte con las empresas, apuntó.
Agregó que un presupuesto laborista otorgaría mayores fondos a los gobiernos locales para evitar el aumento de impuestos, eliminaría la congelación del aumento de salarios para los trabajadores de sectores claves y extendería las exenciones impositivas para la industria hotelera y de ocio, y los subsidios para los trabajadores afectados por la crisis de la Covid-19.
El ministro de Hacienda Rishi Sunak tiene previsto anunciar el 3 de marzo próximo el nuevo plan económico para enfrentar la pandemia y proteger los empleos.
El gobierno conservador liderado por el primer ministro Boris Johnson asegura haber gastado 280 mil millones de libras (unos 390 mil millones de dólares) para ayudar a la economía británica a capear el impacto de la Covid-19.
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