De acuerdo con los investigadores estadounidenses del estudio, el dispositivo es flexible, liviano y sus componentes pueden ser absorbidos de forma natural por los fluidos orgánicos entre cinco y siete semanas.
‘Nuestro marcapasos transitorio supera las desventajas de los aparatos tradicionales al eliminar la necesidad de cables percutáneos para los procedimientos de extracción, lo que ofrece la posibilidad de reducir los costos y mejorar los resultados en la atención al paciente’, explica John Rogers, desarrollador principal del mecanismo.
Según la publicación, otra de las ventajas del mecanismo es que recoge energía de manera inalámbrica a partir de una antena remota ubicada en el exterior, tecnología similar a la de los teléfonos inteligentes cuando efectúan pagos electrónicos.
‘Eventualmente será posible implantar este tipo de marcapasos bioabsorbibles a través de una vena en la pierna o el brazo, lo que permitirá proporcionar estimulación temporal a pacientes que se someten a procedimientos con catéter’, puntualiza Rishi Arora, codirector del estudio.
Otro científico implicado, Igor Efimov, alerta que los materiales bioabsorbibles que son la base de esta nueva tecnología permitirán crear una amplia gama de dispositivos transitorios para monitorear el progreso de enfermedades o tratamientos, administrar terapias farmacológicas, reprogramación de genes, ente otros procedimientos.
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